El fortalecimiento muscular, como cualquier otro tipo de actividad física, confiere los mismos beneficios (y riesgos) que cualquier otro entrenamiento realizado de manera regular, con mejoría en la salud a nivel metabólico, cardiovascular, respiratorio, celular, neurológico y funcional.

  • Así, a nivel celular mejora el uso de la energía y favorece la resistencia al estrés oxidativo, resulta beneficioso para la captación de glucosa muscular durante el ejercicio, reduce la sensibilidad a la insulina siendo así un importante componente del tratamiento y prevención del síndrome metabólico y diabetes tipo 2.
  • El entrenamiento de fuerza mejora la composición corporal, reduciendo la masa grasa e incrementando la masa muscular; de especial importancia, la grasa visceral, ha sido asociada como factor de riesgo para el desarrollo de condiciones metabólicas adversas.
  • A nivel cardiovascular: sus efectos están bien establecidos, ya que el entrenamiento de fuerza contribuye a la remodelación cardíaca, mejora la presión arterial y reduce factores de riesgo cardíacos
  • Finalmente, también se han descrito efectos beneficiosos adicionales del entrenamiento de fuerza en el estado de ánimo y sueño, aunque los datos en estos campos son conflictivos y todavía no hay un consenso claro

Pese a ser una herramienta infravalorada por muchos fisioterapeutas y profesionales de la salud, actualmente el fortalecimiento muscular constituye uno de los mejores métodos terapéuticos.