Una preocupación común entre algunos médicos y tratantes, además de los pacientes, es que el ejercicio progresivo de resistencia puede incrementar el daño estructural, así induciendo un grado mayor de osteoartritis.
Sin embargo, la evidencia disponible muestra que el entrenamiento progresivo induce cambios significativos en la fuerza muscular, habilidad funcional, y grado de dolor incluso en pacientes con daño articular avanzado.
Además, la inactividad crónica y obesidad en pacientes con Osteoartritis son factores de riesgo significantes para una pérdida de cartílago mayor y una discapacidad funcional progresiva, y estos factores pueden ser abordados mediante el entrenamiento de fuerza.
Una intervención temprana para atenuar la pérdida progresiva de fuerza muscular asociado con la osteoartritis puede retardar la progresión de esta enfermedad.
Fuente: Hunter DJ, Eckstein F. Exercise and osteoarthritis. J Anat. 2009 Feb;214(2):197-207. doi: 10.1111/j.1469-7580.2008.01013.x. PMID: 19207981; PMCID: PMC2667877.