La estabilidad en el tobillo se debe a varios factores combinados. La estructura y forma ósea, la resistencia ligamentaria, la función muscular y su respuesta refleja a diversos estímulos.
La inestabilidad puede surgir al afectarse uno de esos componentes o bien varios de ellos. Como consecuencia el riesgo de lesiones aumenta. Se puede sufrir de esguinces recidivantes con riesgo potencial de distensiones y rupturas ligamentarias, e incluso fracturas.
Un componente esencial de la estabilidad del tobillo (en cuanto a la parte pasiva), lo constituye un rango completo de dorsiflexión, ya que es una posición en la que el tobillo está más estable. Se sabe que su déficit predispone a lesiones en el tendón de Aquiles, lesiones en la rodilla, alteraciones en la marcha, etc.
Al momento de realizar un tratamiento eficaz para el tobillo, se debe tomar a consideración todos los factores asociados y abordarlos en sus componentes estáticos, dinámicos y funcionales.
POR: Ft. José Illescas.